El fabricante belga Wolf, explica que hay un lubricante para cada motor y por eso deben ser homologados como equipo original.
“Los lubricantes homologados son aquellos que cuentan con una certificación oficial OEM (Original Equipment Manufacturer) por escrito, luego de que se han sometido a un riguroso procedimiento de ensayo, lo cual da la certeza de que está ofreciendo la máxima calidad y especificaciones que el fabricante de motores exige”, explica el Ing. Carlos Andrés Mora, responsable de la marca.
Un ejemplo de aceite de estas características es el WOLF OFFICIALTECH 5W30 C3, un lubricante de motor que ha obtenido siete homologaciones OEM por escrito, de cuatro fabricantes distintos, más allá de las especificaciones ACEA (C3-16) y API (SN/CF): General Motors (homologación dexos2), BMW (homologación LONGLIFE-04), Mercedes-Benz (homologación 229.51 y 229.52) y Volkswagen (homologación 502 00, 505 00 y 505 01).
Con la necesidad de reducir emisiones y producir más potencia, a los motores de hoy se les ha llevado al límite del rendimiento, sean atmosféricos o turbocargados.
Esto hace que los motores trabajen a mayores temperaturas y regímenes de rpm, lo cual hace que el aceite se convierta en un asunto crítico: basta con imaginar que el motor de un vehículo debe pasar horas al día en embotellamientos que no permiten desarrollar ni 2.000 rpm y, en cualquier momento, responder a las órdenes de una aceleración a 5 o 6 mil rpm, para luego detenerse o, peor aún, ser apagados.
De ahí la necesidad de que los aceites sean diseñados a la medida de las especificaciones que los fabricantes de motores requieren, mucho más allá de lo que indica la viscosidad multígrada, o las normas ACEA o API.
Así, surgen los aceites homologados, es decir, aquellos que un fabricante de lubricantes puede afirmar que su producto cumple con una especificación dada por el fabricante del motor, luego de que se ha comprobado que cumple ciertos requisitos. Estos requisitos abarcan todas las propiedades protectoras que el fabricante de piezas lubricadas considera vitales.
No basta con tener solo en cuenta la viscosidad
Los propietarios de autos y de talleres mal informados a menudo escogen el aceite de motor para el automóvil fijándose simplemente en la viscosidad. Por desgracia, el grado de viscosidad no basta para garantizar una adecuada lubricación, rendimiento y durabilidad del motor. Las especificaciones establecidas por las automotrices incluyen los grados de viscosidad, pero también las propiedades protectoras adicionales necesarias. Esta gama de requisitos les permite recomendar y homologar los aceites que se deben utilizar.