Aconauto, el gremio de los concesionarios de automotores, ilustra la cascada impositiva que los automotores tienen en el país y demuestra el exabrupto que sería aumentarla.
El ministro de Hacienda propuso en días pasados la Ley de Financiamiento que, por vía decreto presidencial, aumentaría los impuestos para muchas áreas económicas del país, entre ellas los vehículos.
Sin embargo, Aconauto investigó la carga tributaria que cada propietario debe soportar en la adquisición de los nuevos, así como la que año a año se suma a su operación y mantenimiento.
En un país en el que el parque automotor circulante tiene una edad promedio de 20 años, urgen estrategias para renovarlo por equipos modernos, con mejor equipamiento de seguridad y tecnologías más limpias, luego es una contradicción pronunciar discursos para mitigar el cambio climático y promover el cuidado del medio ambiente y, por otra parte, alejar las nuevas tecnologías del consumidor elevando su costo por medio de más impuestos.
La carga tributaria parte de un umbral de 30.000 dólares trazado en 2007 sin mucho rigor técnico y sin tener en cuenta la inflación de los países de origen: según esta arbitraria línea se definen tanto los aranceles como el IVA, así como el Impoconsumo según el tipo de vehículo y su tecnología.
Aranceles que multiplican el costo
Los impuestos en Colombia dependen del país de origen del vehículo y los acuerdos comerciales vigentes. Así, por ejemplo, los vehículos provenientes de países que no han firmado TLC con Colombia tienen una carga del 35% de su valor en el puerto de embarque (FOB), que excluye los impuestos locales.
Sin embargo, Colombia tiene acuerdos comerciales con Norteamérica (México, Estados Unidos y Canadá), Europa, Mercosur y algunos países de la Comunidad Andina de Naciones cuyos vehículos no pagan aranceles para comercializarse en Colombia.
El caso de los producidos en Argentina y Brasil es especial porque se estableció un esquema de cupos para que, según el porcentaje de integración de autopartes regionales, lleguen al país sin arancel cierto número de unidades (ver tabla).
Como una forma de promover en cambio de tecnología hacia fuentes de energía más limpias, el gobierno de 2014 decidió reducir los aranceles para los híbridos (5%) y los eléctricos (0%), sin importar su origen.
Valor agregado costoso
El IVA es otra fuerte carga para el consumidor porque supone el 19% para todo vehículo, y a este porcentaje se le añade el Impoconsumo del 8%, salvo que se trate de SUV y pickups de más de 30.000 dólares, que tienen que asumir el 16%.
Híbridos y eléctricos pagan 5 % de IVA, pero los primeros son gravados con un impuesto al consumo, según el mencionado valor FOB, de 8 o 16 por ciento. Los EV pagan el 5 % de IVA y no pagan Impoconsumo.
La cascada tributaria
Los automóviles de países sin acuerdos comerciales con Colombia, como China, Malasia, India o Japón, pagan un arancel del 35%.
China y Japón, productores de vehículos eléctricos e híbridos, son eximidos de aranceles a los primeros y beneficiados los segundos con aranceles de 5%, más IVA del 5%. Sin embargo, la importación de híbridos también está limitada por el ineficiente esquema de cupos, como si se quisiera proteger la inexistente producción local de este tipo de vehículos.
El costo de estrenar
Si no fuera suficiente con lo anterior, el ciudadano que decide estrenar debe asumir más tarifas e impuestos, tanto nacionales como locales, que se pagan una sola vez, como la matrícula, o anualmente, como rodamiento y semaforización (entre otros), así como el Soat que, si bien no es un impuesto, sí es obligatorio.
Es por estas razones, además del costo del dinero, que Colombia permanece rezagada en el índice de motorización de sus ciudadanos respecto de los países vecinos, porque para las autoridades los automotores resultan fuente inagotable de tributos, pero a cambio hay un atraso mayor en cuanto a infraestructura y seguridad vial.
Aconauto propone
Como una forma de contribuir a la recuperación del mercado automotor colombiano, los concesionarios agremiados en Aconauto proponen un plan agresivo de modernización el parque mediante la reducción de impuestos.
Asimismo, invitan al Ejecutivo a informarse mejor y tener en cuenta que el resultado de una medida de este tipo es el aumento de las ventas de vehículos nuevos con la positiva consecuencia de que, a mayor facturación, mayor recaudo de ingresos fiscales.
Es importante reconocer que la movilidad es lo que mantiene marchando los países y, por el contrario, el estancamiento no favorece a nadie.