El gremio sugiere reconsiderar la propuesta de eliminación del ACE con Brasil y propone caminos de recuperación del mercado automotor local.
Los concesionarios agremiados en Aconauto estamos sorprendidos con las declaraciones del ministro de Comercio, Industria y Turismo Luis Carlos Reyes, en el sentido de que la medida de dar por terminado el Acuerdo de Complementación Económica con Brasil se toma con el objetivo de proteger la industria automotriz local y convertirla en exportadora.
Sucede que para que eso ocurra se requiere una gran inversión por parte de las multinacionales automotrices para que establezcan en el país muchas plantas de fabricación, en un ambiente de fortalecimiento de la cadena de valor para que supere el 75% de integración como ocurrió en México y Brasil en los años 60 y 70.
“Por el contrario, el país ya probó el proteccionismo como política económica de estado al implementar durante los años 80 el modelo cepalino de sustitución de importaciones y con resultados nefastos: incremento astronómico de los precios, atraso tecnológico y concentración del mercado automotor en muy pocas manos.”, explica Pedro Nel Quijano, presidente ejecutivo de Aconauto, Asociación Gremial de Concesionarios de Automotores.
Aconauto propone
Si el gobierno de veras quiere apoyar la industria, esto se hace por medio de la promoción de la confianza inversionista a través de la eliminación de mensajes sectarios, cismáticos y polarizadores como aquellos de promover una constituyente o de declarar al sector privado como enemigo del Ejecutivo.
Unido a lo anterior, insistimos en la necesidad de incentivos tributarios como la eliminación del Impoconsumo y la reducción del IVA, sumado a una política decidida de renovación del parque mediante el subsidio tanto a la oferta como a la demanda, con los beneficios ambientales y de seguridad que tanto necesita el país.
El resultado medidas de este tipo es que aumentan las ventas de vehículos nuevos y, a mayor recaudo de ingresos fiscales, se concretan más puestos de trabajo.
Una positiva consecuencia adicional es que al bajar los precios por vía impuestos se promueve y motiva la modernización del parque automotor, con la consecuente reducción en las emisiones y la accidentalidad.