Muchos de los empleos de los concesionarios estarían en riesgo en caso de continuar el deterioro de la economía y de la confianza.
Los concesionarios colombianos de automotores afiliados en Aconauto han visto cómo el deterioro de las variables macroeconómicas del país ha tenido consecuencias serias en el mercado automotor colombiano.
El hecho es que el año pasado las ventas cayeron un 30 por ciento respecto de lo obtenido en 2022, y que, no obstante, la tendencia a la baja de la tasa de interés que hubiera permitido pronosticar un mejor 2024, ante los anuncios desde el Ejecutivo la incertidumbre se acentúa.
Proponer una Asamblea que cambie la Constitución en las actuales circunstancias lo único que logra es acentuar la división en torno a su conveniencia y agravar la incertidumbre social y económica.
Si se cree que este tipo de propuestas son apenas globos al aire, se equivocan: por el contrario, son palos en la rueda para la actividad económica del país porque generan incertidumbre en el conjunto social pues la agenda política pasaría del ejercicio de gobierno al del trámite por lograr el llamado al constituyente.
Como es natural, ante el cambio de las reglas de juego del acuerdo nacional de 1991, las personas, los empresarios, los inversionistas y el conjunto social entra en estado de expectativa ante lo que pueda pasar y, por consiguiente, prefiere aplazar las inversiones y el consumo.
Ese efecto es el que precisamente vemos en las salas de venta de los concesionarios de automotores: si en 2021 y 2022 se logró consolidar un tráfico de clientes potenciales que alcanzó para colocar más 250 mil unidades por año, en el 2023 se redujo una tercera parte y, a la mitad en los corrientes.
250.000 empleos en riesgo
Cabe recordar que los 433 concesionarios que hay en Colombia son propiedad de 152 grupos de empresarios, conglomerados que tienen entre 1 y 10 operaciones de concesionarios de diferentes marcas.
Así, entre personal de ventas, de posventa y administrativo, los concesionarios emplean un total aproximado de 190.000 personas de manera directa y, en forma indirecta, unas 60.000.
Si bien hay un pequeño segmento de vehículos de lujo, la inmensa mayoría de las ventas están concentradas en los estratos medios en caso de particulares o vehículos de trabajo. ¡¡El carro no es un lujo, ni tenerlo implica riqueza!!
Aconauto propone
Como una forma de contribuir a la recuperación del mercado automotor colombiano, los concesionarios agremiados en Aconauto proponen la eliminación del Impuesto al consumo o la reducción del IVA.
Mayores ingresos fiscales se recaudan y más puestos de trabajo se concretan si el volumen de la industria crece, con el incentivo de una reducción en los porcentajes de impuestos que hoy se cobran.
Una positiva consecuencia adicional es que al bajar los precios por vía impuestos se promueve y motiva la modernización del parque automotor, con la consecuente reducción en las emisiones y accidentalidad.
¡¡La ponderación del gobernante genera tranquilidad y confianza y no ahuyenta la inversión!!