La Federación Nacional de Biocombustibles (Fedebiocombustibles) presenta un balance del sector de los biocombustibles con corte a octubre de 2024.
Allí resalta el papel del biodiésel en el avance de Colombia hacia la descarbonización y una movilidad sostenible.
Este año, marcado por el impulso a las energías limpias, ha consolidado al biodiésel como un pilar clave en la estrategia nacional de reducción de emisiones, con impactos tanto ambientales como sociales y económicos.
“La producción de biodiésel en Colombia ha demostrado ser una herramienta poderosa para reducir nuestra huella de carbono y mejorar la calidad del aire que respiramos en las ciudades. Este es un logro colectivo que fortalece nuestra independencia energética y apoya a miles de familias en el país,” afirmó Carolina Rojas, presidenta de Fedebiocombustibles.
En detalle
Durante el periodo enero a octubre de 2024, la producción de biodiésel en Colombia alcanzó las 581 mil toneladas, un crecimiento del 0,6% comparado con el mismo periodo de 2023.
Esto dio como consecuencia la reducción de emisiones en aproximadamente 1,8 millones de toneladas de CO₂ y 426 toneladas de material particulado.
Loa anterior ha contribuido a reducir las emisiones del sector del transporte y a una mejora significativa de la calidad del aire en áreas urbanas y a reducir las muertes y enfermedades asociadas a la mala calidad del aire.
Producido a partir de la palma de aceite cultivada en Colombia, el biodiésel ha sido un motor de desarrollo rural, generando empleo formal en el sector agrícola y beneficiando a más de 90 mil familias colombianas.
Gracias a los esfuerzos del sector, el biodiésel ha reforzado la seguridad energética del país al reducir la dependencia de combustibles fósiles importados.
Además, al ser un biocombustible 100% renovable y biodegradable, protege los motores de los vehículos, promoviendo una movilidad más limpia y sostenible en el transporte de carga y pasajeros.
Con la vista puesta en 2030, el sector de biocombustibles en Colombia se ha propuesto reducir un total de cinco millones de toneladas de CO₂, en alineación con las metas climáticas nacionales y los compromisos del Acuerdo de París.