La marca de llantas Continental ha desarrollado un concepto de llantas que se pueden inflar mientras se conduce y parece la solución para algunos de los problemas.
Las llantas llamadas C.A.R.E. por sus siglas en inglés, que traduce: Conectada, Autónoma, Confiable, Electrificada, tienen sensores que están informando y monitoreando de manera permanente la profundidad de la huella, la temperatura, los posibles daños y la presión.
Toda esa información es enviada a un sistema de la marca que notifica a una persona capaz de manejar la llanta remotamente y tomar acciones para corregir las fallas.
La parte tecnológicamente interesante no es ni la recolección, ni la transmisión de datos. Esas son tareas que hace un celular cualquiera.
Cada llanta tiene en su interior, bombas centrífugas que en la medida en que el vehículo acelera, generan aire comprimido como reacción a la fuerza centrífuga. Esa tecnología llamada PressureProof, asegura que cada llanta estará siempre en la presión correcta para mejorar la eficiencia no solo de la llanta, sino del vehículo y con eso, también la del consumo de combustible.
Cuando hay generación excesiva de aire comprimido, este se almacena en un tanque integrado a la rueda, que puede usarse para inflarla rápidamente en caso de necesidad.
Continental no ha indicado si esa tecnología la liberará al público o cuando lo hará. Lo que ha mencionado es que ella, podría ser una manera efectiva de manejar los requerimientos de flotas de vehículos autónomos, mejorando su rendimiento y optimizando los costos de operación.