El gremio de los concesionarios de automotores invita al Ejecutivo a reformular sus iniciativas en beneficio del país, del mercado automotor colombiano y del consumidor final de vehículos.
Circula en los medios un proyecto de decreto del Ministerio de Hacienda según el cual pretende derogar el Decreto 1116 de 2017 por el cual se modificó parcialmente el Arancel de Aduanas y se incentivó la renovación del parque automotor con productos más amigables con el medio ambiente.
Este borrador busca justificarse, entre otras cosas, en la intención de reindustrializar al país, en reducir el consumo de combustibles y la contaminación ambiental y en aumentar el recaudo de impuestos.
Sin embargo, el texto es contradictorio porque las motivaciones y justificaciones se contradicen con la propuesta de derogación con las reglas de mercado que existen en el decreto vigente. Veamos:
No se reindustrializa por decreto
En las consideraciones, el Ejecutivo dice buscar la «Política Nacional de Reindustrialización», pero tal vez esta iniciativa llega tarde, en especial porque no es decisión de los gobiernos sino de las multinacionales, ubicar sus plantas de producción donde mejor les rinda el capital y, en Latinoamérica, ya hay dos polos definidos en virtud del tamaño del mercado y del ya construido encadenamiento industrial.
Por cierto, tanto en Brasil como en México llevan trabajando en su industria automotriz al menos en los últimos 70 años y siempre de la mano de las multinacionales, con condiciones estables de legislación y con gobiernos que generan la confianza inversionista, a no ser que el ministro se refiera a desastres como el de Venirauto, proyecto de industrialización estatal de ingrata recordación en el vecino país.
A mayores impuestos, menos ventas
Elevar los aranceles a los vehículos híbridos no fomenta la industrialización del país sino, por el contrario, ralentiza la renovación del parque automotor dado que eleva su costo y los aleja del consumidor final.
Se lee en el proyecto de decreto que los aranceles bajos a los vehículos híbridos han resultado en un alto costo fiscal para la Nación, cuando en realidad será peor si el arancel común a las importaciones (35%) porque se recaudarían menos impuestos al venderse menos unidades dado el aumento del costo.
A mayor arancel se ralentiza la renovación
Sumado a lo anterior, dice textualmente el borrador «Que la mayoría de los vehículos importados a través del contingente no contribuyen significativamente a la reducción de emisiones contaminantes, a la reducción en el consumo de combustibles fósiles y a una mayor eficiencia energética», es una afirmación aventurada especialmente porque cualquier motor moderno es menos contaminante y más eficiente en el consumo de combustible.
Además, un efecto positivo de mantener el decreto anterior como está es que se contribuye a la renovación del parque automotor colombiano, y que es lo que poco a poco está sucediendo como se puede constatar en las calles.
Los aranceles no eliminan la economía extractivista
Cabe resaltar que este párrafo, “Que el objetivo principal de la Política Nacional de Reindustrialización, en línea con el Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026, es transitar de una economía extractivista a una economía basada en el conocimiento y que sea productiva y sostenible.”, no sustenta la modificación del decreto 1116 sino que, por el contrario, confirma que entre más vehículos de nuevas tecnologías se vendan se transita más rápido a la sostenibilidad ambiental.
Aconauto propone
Para contribuir a la recuperación del mercado automotor en Colombia, los concesionarios asociados en Aconauto sugieren un plan ambicioso de modernización del parque automotor, que incluye la reducción de impuestos como el IVA y la supresión del Impoconsumo.
Además, se hace un llamado al Ejecutivo para que se informe adecuadamente y considere que el resultado de una medida como esta sería el incremento en las ventas de vehículos nuevos, lo cual tendría la consecuencia positiva de que, a mayor facturación, se generaría un mayor recaudo de ingresos fiscales.
Es crucial entender que la movilidad es el motor que impulsa a las naciones, mientras que el estancamiento no beneficia a nadie.