Superar el obstáculo mundial de la comercialización y disponibilidad de autopartes se ha convertido en un reto para el sector reparador del país.
Dentro de las diversas crisis que aquejan al mundo, la escasez de repuestos impacta los procesos de indemnización de autos porque surgen puntos neurálgicos en el sostenimiento de los costos medios, en los tiempos de permanencia y, por consiguiente, se aumentan las PQRs.
Las medidas tomadas para mitigar tales puntos neurálgicos se ven reflejadas en la consecución de nuevos proveedores, apertura de mercados con nuevos importadores, entre otros.
Esto tiene como consecuencia el incremento en la reparabilidad de piezas, inversión en formación técnica de reparación, incursión en la adquisición de repuestos homologados-alternativos o simplemente, instaurando nuevos parámetros en sus procedimientos para obtener acuerdos económicos con los arreglos directos.
A lo largo del año 2021 comenzó la normalización del comportamiento habitual del país. Como consecuencia de esto, la cantidad de reportes de siniestros a las compañías aseguradoras se incrementó y, por consiguiente, aumentaron todos los procesos de indemnización.
Asimismo, se observó una curva de evolución en la demanda de repuestos, pero que no es paralela con el crecimiento de la participación de los siniestros.
Es decir, con la crisis de la disponibilidad de repuestos y con la normalización en la participación de siniestros, se han dificultado los procesos de logística y suministro.
Este fenómeno trae como consecuencia un crecimiento en el tiempo de promesa de entrega por los proveedores de autopartes.
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