Esta es la primera fase del contrato «Lunar Terrain Vehicle» (Vehículo Lunar Terrestre) que estudia la viabilidad del vehículo lunar del proyecto Artemis.
El grupo Michelin aprovechará la experiencia adquirida en colaboraciones anteriores con la NASA y la experiencia en tecnología airless (sin aire) y materiales de alta tecnología.
Son varios los desafíos: primero, diseñar una rueda lunar capaz de funcionar a temperaturas superiores a 100°C y inferiores a -240°C.
Segundo, resistir la exposición a la radiación solar y galáctica, preservar la autonomía de la batería del rover.
Y, tercero, garantizar la máxima longevidad y tracción en suelos agresivos y sueltos.
«Es un gran orgullo para nosotros haber sido seleccionados por la NASA para la primera fase de un proyecto de diseño de un vehículo lunar de nueva generación y ver cómo Michelin ocupa su lugar en la exploración espacial que está llevando a la Humanidad a descubrir nuevas fronteras.
«Estoy orgulloso de haber podido liderar un equipo talentoso y comprometido que ideó una solución técnica innovadora basada en nuestro trabajo en Airless.
«Hemos sido capaces de implementar nuevos materiales y procesos de alto rendimiento. Sin duda beneficiarán al Grupo y contribuirán al desarrollo de nuestras tecnologías Airless.
«Por supuesto, esto no es más que el principio de una gran aventura. ¡Ahora depende de nosotros!», afirma Sylvain Barthet, director del programa Michelin Lunar Airless Wheel (MiLAW) en DORD.
Estamos convencidos que los desarrollos técnicos y los avances científicos que se realizarán en el marco de este proyecto nos permitirán continuar innovando en las aplicaciones terrestres.