La severidad promedio de los siniestros de los hombres conductores es tres veces más alta que la de las mujeres, dice la ANSV
De otra forma, por cada mil personas involucradas en un siniestro vial, hay 15 hombres involucrados con víctimas fatales, mientras que las mujeres participan solo en cinco.
La anterior es una de las conclusiones del análisis adelantado por el Observatorio de la Agencia Nacional de Seguridad Vial acerca de la siniestralidad vial en Colombia con enfoque de género.
El estudio permite entender comportamientos en la vía y profundizar el conocimiento sobre las causas de los siniestros.
Esto sirve para formular estrategias de intervención con el fin de gestionar una seguridad vial más efectiva.
Según el estudio, los hombres tienden a asumir mayores riesgos, lo que se refleja en la adopción de prácticas que ponen en peligro tanto su integridad como la de otros actores viales.
Por cierto, de 37 millones de comparendos impuestos entre 2010 y 2021, el 73,2% corresponde a infracciones de tránsito cometidas por ellos.
Así mismo, el Observatorio concluyó que esa tendencia repercute en que los hombres son quienes más se involucran en siniestros viales.
Sucede que que de cada diez personas fallecidas por esta causa ocho son hombres y dos mujeres.
Además, de los hombres muertos por esta causa, el 70% iba conduciendo un vehículo de cuatro o más ruedas.
Por el contrario, solo el 23% de las mujeres fallecidas iban al frente del volante.
Esto permite deducir que el hombre tiene una participación más activa y directa que la mujer en la ocurrencia de los hechos en donde pierden la vida.
Finalmente, el estudio indica que, aunque prevalece una menor cantidad de mujeres involucradas en los siniestros y casos de fatalidad vial frente a los hombres, la exposición al riesgo medido por la cantidad de hombres y mujeres con licencia de conducción ha venido cerrándose.
Respecto al acceso a la licencia de conducción, las mujeres han registrado un aumento de 198,1% entre 2010 y 2021, mientras que en los hombres el 89,5%.
Por ello, es importante que los planes locales y territoriales de seguridad vial se incluya un enfoque diferenciador para hombres y mujeres en las acciones estratégicas que se formulen, entendiendo que el comportamiento y la conducta que ellos y ellas adoptan en las vías podrá reducir las cifras de siniestralidad en el país.