En el marco del Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Accidentes de Tráfico, conozca cuatro soluciones avanzadas que están mejorando la seguridad vial.
Según la Agencia Nacional de Seguridad Vial, en lo que va de 2024 más de 5.000 personas han fallecido por siniestros viales en las carreteras del país.
Una realidad que impacta a familias y comunidades, evidenciando la importancia de reforzar la prevención vial.
Para honrar a las víctimas de estos siniestros, cada tercer domingo de noviembre se conmemora el Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Accidentes de Tráfico.
Esta fecha, establecida en 2005 por Naciones Unidas, invita a reflexionar sobre la seguridad en las carreteras y a reconocer que la responsabilidad de reducir los riesgos en el camino es compartida entre todos los actores viales.
¿Cómo enfrentar esta problemática?
La movilidad segura es una corresponsabilidad que involucra a distintos sectores y personas, por lo que revertir esta situación demanda de esfuerzos colectivos.
En este contexto, tecnologías avanzadas como la telemática, la video telemática, el aprendizaje automático y la inteligencia artificial se están convirtiendo en aliados clave para mejorar la seguridad vial, facilitando un análisis preciso de la conducción y del estado de los vehículos, e impactando especialmente el sector del transporte comercial, donde las largas jornadas y las condiciones variables en las carreteras incrementan el riesgo de siniestros.
La telemática, por ejemplo, es una herramienta que recoge datos como el rendimiento, velocidad y uso del cinturón, con alertas inmediatas sobre situaciones como exceso de velocidad, frenadas bruscas o distracciones, permitiendo a los conductores corregir su comportamiento al instante y promover una conducción más consciente y segura.
Por otra parte, la video telemática ofrece imágenes en tiempo real, brindando una visión más completa y alertando sobre situaciones de riesgo.
Además, permite identificar signos de fatiga o falta de atención en el conductor, emitiendo advertencias ante señales como ojos cerrados o miradas fuera del camino, reduciendo el riesgo de incidentes.
Por su parte, la inteligencia artificial analiza los datos para identificar patrones de comportamiento y posibles peligros en carretera, mientras que el aprendizaje automático permite que los sistemas mejoren continuamente sus recomendaciones y alertas con la nueva información recopilada, optimizando la seguridad en tiempo real.
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