No cabe la menor duda sobre la apuesta mundial a los eléctricos, ni sobre la fuerte tarea que hace Mercedes-Benz al respecto. Una de varias muestras, es esta GLC 300e; un SUV híbrido enchufable que lo lleva del punto A al B, pero con una serie de ventajas innegables.
Mercedes GLC 300e: El Exterior
Muchas líneas curvas y superficies abombadas, desde donde se mire. El frente trae la gran estrella que usa la marca desde hace varios en la parrilla a cambio de la estrella erguida en el capó flanqueada por conjuntos de luces LED tanto diurnas como nocturnas.
De lado, la GLC 300e deja ver las superficies abombadas sobre las ruedas de 19 pulgadas con diseño exclusivo y atrás, se encuentra la gran puerta que da acceso al baúl que sacrificó un poco de su espacio para dar cabida a las baterías que exige el modelo.
El Interior
Adentro es donde el dueño de un vehículo vive el carro y Mercedes-Benz lo tiene clarísimo: la cabina es amplia, hace alarde de tecnología a través de las pantallas frontales y el nivel de comodidad hace una clara diferencia con las otras gamas de vehículos en el mercado.
Cuenta con un techo en cristal enorme, dividido en dos partes para que el sol -o la luna- deleiten a los ocupantes.
El sistema de info entretenimiento ofrece todas las posibilidades: comandos de voz, pantalla táctil en el centro del tablero y detrás del timón una pantalla completamente configurable al gusto del conductor.
Este sistema también incluye conectividad de primer nivel con el teléfono, Android o Apple y un sonido premium con varios parlantes repartidos en el interior.
La Motorización
Con dos motores: uno térmico turbo y otro eléctrico, esta SUV es capaz de entregar 317 caballos de potencia y 700 Nm de torque; sin duda alguna, tiene más pique que muchos carros de carreras. Toda esa potencia se entrega a una transmisión de 9 marchas que lleva el movimiento a las 4 ruedas de manera selectiva y de acuerdo con las condiciones del camino.
Ayudas al Conductor
Este es un capítulo sin sacrificios en el que los puntos obligatorios en la legislación como ABS, son obligatorios en la marca desde hace décadas. Hoy, se ofrecen ayudas para estacionar, alarmas y sensores en línea, así como tecnología de control vehicular para que el viaje sea seguro, incluso en situaciones difíciles.
Especificaciones técnicas del Mercedes Clase GLC 300e 4Matic Coupé AMG Line (2022)
Motor
Combustible Gasolina – eléctrico
Cilindrada 1991 cc
Potencia 317 hp/rpm
Torque 700 N·m/rpm
Alimentación inyección directa turbo
Cilindros 4 en línea
Válvulas 16
Sistema start / stop: no
Rendimiento
Aceleración 0-100 km/h: 5,7 s
Velocidad máxima: 230 km/h
Transmisión y chasis
Motor – tracción delantero – integral permanente
Transmisión automática 9 velocidades
Llantas delanteras 235/55/R19
Llantas traseras 255/50/R19
Frenos (del. – tras.) discos ventilados – discos ventilados
Suspensión delantera independiente tipo McPherson
Suspensión trasera Multi-link
Medidas y capacidades
Largo 4658 mm
Ancho sin espejos 1890 mm
Alto 1664 mm
Motor eléctrico
Potencia 123/2500 cv/rpm
Torque 440 N·m/rpm
La prueba de manejo
Decidimos hacer lo que pocos hacen y deberían: Llevar a la GLC de paseo a diferentes lugares y terrenos.
Comenzamos por Bogotá, con su tráfico pesado y su bajísima velocidad de circulación, para dirigirnos a los llanos orientales.
Comenzamos con baterías llenas, que nos sirvieron durante todo el recorrido urbano sin necesidad de usar el motor térmico. Como es usual en Bogotá, arrancamos y paramos todo el tiempo gracias a una infinidad de semáforos y a los obstáculos de toda clase que al secretaría de movilidad acostumbra instalar sin objeto distinto que fastidiar a los ciudadanos.
Salimos de Bogotá con algo menos de 25% de carga en las baterías hacia Villavicencio. Teníamos temor de viajar por una carretera que sufre constantes cierres, pero confiábamos en nuestra buena suerte que nos acompañó en todo el trayecto, pues llegamos sin novedades.
En este punto hicimos nuestra medición de consumo y el resultado fue más que bueno: 68 kilómetros por galón.
Al día siguiente, salimos del pavimento -nada extremo- al piso con tierra y barro. Es ese tipo de terrenos en los que la tracción debe hacer su tarea y puede fracasar rotundamente, además de ser los caminos que pocos recorren. El resultado, la Mercedes-Benz GLB 300e paseó por los caminos embarrados sin problemas.
Tras el recorrido a campo abierto, regresamos a Bogotá, sin preocupación por las restricciones del pico y placa, pues al ser un vehículo híbrido, puede transitar libremente todos los días.
En total, hicimos un recorrido de 500 kilómetros que dejó varios puntos claros: que son pocos los usuarios de estos SUVs los que viven las capacidades de estos vehículos fuera del pavimento, que los híbridos son fantásticos para evitar las restricciones de pico y placa y, que la comodidad interior no tiene precio; pues regresamos bien y con ganas de seguir manejando.