Un Nash Metropolitan de 1957 sirvió de base para esta creación que será un modelo de Hot Wheels, como premio por ganar el concurso de la fábrica de juguetes.
Esta es una creación de Greg Salzillo y Dave Ford, quienes decidieron separarse de la línea tradicional de carros personalizados impecables y lo lograron con este vehículo que se presentó en SEMA, forrado en pintura maltratada, una parrilla sucia y ruedas separadas de la carrocería hechas con rines de acero y llantas de alto perfil, al estilo de la vieja escuela con banda blanca.
Su figura de caricatura puede engañar al pensar en movimiento, pero no hay que juzgarlo solo por la apariencia; pues aunque lo más visible son los filtros de aire en forma de dados, la acción viene por cuenta de un motor V8 de 5 litros capaz de producir 300 caballos de potencia.
Según Mattel, este carro fue el ganador del concurso en el que participaron más de 5000 competidores por su autenticidad originalidad y espíritu de garaje.