Son más las ventajas que sugieren el uso del séptimo elemento químico, aunque cuesta más.
Cada vez más centros de servicio ofrecen la alternativa del nitrógeno como gas de inflado para sus clientes.
Prometen aumentar la durabilidad y desempeño de los neumáticos durante el manejo cotidiano, sea en vehículos de servicio particular o de flotillas.
Goodyear sugiere considerar esta práctica, porque el nitrógeno:
Mantiene por más tiempo la presión correcta. Es importante conservar la presión de inflado que sugiere el fabricante del auto para un desempeño óptimo porque asegura un desgaste uniforme, mejor adherencia al pavimento, incremento en la seguridad y ahorro de combustible. A diferencia del aire, el nitrógeno mantiene esta presión por más tiempo.
Mayor estabilidad de la presión. La presión del inflado de llantas con nitrógeno se mantiene más estable sin importar el terreno o el clima por el que se maneje, sea autopistas o despavimentadas, de noche de día, con frío o calor. Además, ante un pinchazo, la llanta se desinfla con mayor lentitud que con un inflado de aire.
Ahorro de combustible. Cuatro llantas infladas correctamente, como lo recomiendan las automotrices, se traducen siempre en ahorro de combustible. Las llantas infladas con nitrógeno mantienen la presión en su estado ideal por más tiempo.
Alarga la vida útil de la llanta. Al mantener una presión ideal por más tiempo y neutralizar la temperatura interna de la llanta sin importar terreno o clima, el nitrógeno contribuye al alargar la vida útil de la llanta.
Protege los rines contra la oxidación. El nitrógeno, gracias a sus propiedades, reduce considerablemente la oxidación.