Renault vino por el primer lugar, lo ganó y está haciendo la tarea de conservarlo. La plataforma del Sandero estrena retoques faciales; pero más importante que todo, estrena motorización y sin quedarse allí, hay una actualización notoria en el interior.
El Sandero que ya conocimos y del que comentamos en su aspecto, llegó a nuestras manos y desde el primer momento, hubo conexión con esta nueva versión.
El Sandero es, por decirlo de alguna manera, el menor de la plataforma que comparte con el Logan y el Stepway; lo que implica algunas opciones que no conseguirán los clientes, como una versión con caja automática, aclarando que si eso para usted no es relevante, este es un vehículo con muchas cosas buenas.
Hoy por hoy, la prueba de manejo tiene mucho más que ver con el confort interior que con otras cosas que siguen siendo importantes, como el motor.
Entonces yendo a la cabina, hay que admitir que el trabajo que ha hecho Renault en lo que llama “habitabilidad” es notorio; la cabina del Sandero es amplia y cómoda, los asientos frontales, aunque no tienen ajuste de altura, son firmes y cómodos, y la posición de manejo es adecuada para el tamaño de la mayoría de los colombianos.
La banca de atrás tiene tres cinturones de seguridad, y aunque el tercer pasajero llegará bien al destino, su diseño es para dos que irán con el debido confort.
El puesto del conductor no tiene cambios notables… hasta que encendí el carro y conecté mi celular. Ahí hubo una diferencia y es grande: Ahora el sistema Media Nav soporta CarPlay de Apple y Android Auto, lo que en la práctica significa que la pantalla de su celular se refleja en la pantalla sensible al tacto ubicada en el centro del tablero.
Esa función, considerando los nuevos radares y cámaras que potencialmente multarán a todos los bogotanos, es una ventaja enorme, pues podrá tener a Waze en la pantalla para que le avise de la proximidad de ellas.
El inicio de la prueba fue saliendo de un parqueadero estrecho y el Sandero no tiene cámara de reversa en su equipamiento estándar, pero se compensa razonablemente con los grandes espejos exteriores y la buena visibilidad hacia el exterior.
La conducción en tráfico, comienza en las cada vez más arruinadas calles bogotanas y con eso, dos puntos relevantes para un carro colombiano: su comportamiento en las superficies destrozadas y lo agradable de la cabina en medio de la congestión.
Para el primero, hay que reconocer que la marca desde hace varias décadas, viene trabajando en la suspensión de sus carros y difícilmente hay suspensiones mejor ajustadas para Colombia que las de Renault en esta gama de vehículos. Como complemento a la suspensión, están los rines y las llantas de 15 pulgadas y perfil alto que, no son garantía de nada, pero ofrecen alguna tranquilidad al pasar los huecos que la alcaldía no atiende.
El segundo punto tiene que ver directamente con la “habitabilidad” del Sandero. Una hora de tráfico no es nada extraño en Bogotá y ese tiempo dentro del carro necesariamente tiene que ser agradable y eso lo ofrece el Sandero. Buenos asientos, buena visibilidad y buena conectividad son la fórmula que uso Renault para esa hora de tráfico y para mi gusto, es suficiente.
Le gustan los piques en los semáforos? este tal vez no es el carro para ganarlos, pero con seguridad es el carro con el que arrancará en cualquier pendiente, aunque vaya lleno de gente.
El consumo del Renault Sandero
Los resultados de consumo los obtenemos de tráfico vivo en la ciudad de Bogotá y sus alrededores, por lo que no se ajustan a la rigidez de una prueba de laboratorio.
En ciudad logramos 43.51 kilómetros por galón y en carretera, llegamos a los 56.5 kilómetros por galón.