En el mundo entero, los eléctricos van en aumento y en Colombia ocurre lo mismo; la oferta de productos que comienza con el Renault Twizy es creciente y a pesar de faltar muchos segmentos y modelos -si se compara con sus centenarios competidores térmicos- ya hay una oferta que permite escoger.
El Twizy es un vehículo urbano desde la médula, que se enfoca en lo práctico y en la movilidad individual.
El Exterior del Renault Twizy
Extraño y diferente, son las palabras que primero se vienen a la cabeza cuando se mira al Twizy y las ruedas expuestas sin los guardabarros tradicionales y las puertas de tijera se encargan de reforzar su rareza.
El Interior del Renault Twizy
Adentro no hay nada tan extremo como en el exterior, excepto en lo minimalista. Las partes móviles prácticamente se cuentan con una mano, al igual que los instrumentos.
El puesto del conductor parte de un asiento con tres cojines y de una sola pieza en su estructura, lo que no permite reclinarlo; el único movimiento que tiene es hacia adelante o atrás.
Al frente, está el timón plástico igualmente simple y detrás de él, las palancas de señales y limpiaparabrisas, para finalizar con una pantalla de cristal líquido con los instrumentos mínimos requeridos: un medidor que dice cuánto durará la carga en kilómetros, el velocímetro, un reloj y una brújula.
El puesto trasero es completamente fijo y su cojinería es también reducida en cantidad y acolchonamiento, con el ítem adicional de ser, literalmente, una caja negra en la que el pasajero viajará con grandes limitaciones de movimiento y visibilidad.
El Motor del Renault Twizy
El Twizy se mueve por acción de un motor eléctrico de 17 caballos de potencia y un torque de 559 Nm y no tiene una caja de cambios, como es costumbre en los vehículos eléctricos.
Las Ayudas al Conductor del Renault Twizy
La única ayuda con la que cuenta el conductor del Kwid son los sensores de proximidad traseros, que en realidad son indispensables, considerando la falta de un vidrio trasero.
La Seguridad del Renault Twizy
En la misma línea minimalista, el Twizy se limita a un airbag para el conductor.
Para la seguridad de los demás, incluye una advertencia audible que alerta a los demás de su presencia.
La Prueba de Manejo del Renault Twizy
Decidimos probar el Twizy, como cualquier consumidor: fuimos al concesionario, hablamos con el vendedor y le dimos una «vuelta a la manzana» para vivir la experiencia.
Comienzo con las ventajas de un vehículo que sin personalidad definida, carro o moto, es económico, funcional y práctico en extremo. En todos los parqueaderos es bienvenido, el recorrido por carga es amplio para la vida urbana y es fantástico para el 90% del tiempo en el que uno está sin compañía.
Ingresar al Twizy es la experiencia inmediata y dependiendo del estado de sus articulaciones y flexibilidad, puede ser lo primero que le impida considerarlo como opción de compra o siquiera como opción para un recorrido.
Una vez adentro, cerrará las puertas con la extraña sensación de un vehículo que se encuentra entre un carro y una moto.
A continuación encenderá el Twizy sin novedad distinta a no oír ningún ruido del motor. Moverá la palanca hasta “D” y arrancará con la gratísima sorpresa de un motor que acelera como pocos en el planeta.
Sigue otra prueba: la suspensión. Si usted, como Yo, está en Bogotá o en Colombia, Esta será la prueba más dura, dado que el estado de las calles es malo y tristemente, empeora.
El asiento es tan rígido o más que la suspensión y limitado en ajustes, así que finalmente, optará por la posición “en la que se sienta mejor”.
Los frenos de Twizy son de disco en las cuatro ruedas, pero no tienen ninguna asistencia y hay que pisar con fuerza el pedal para detenerlo; un problema inicial, que con el tiempo deja de notarse por la costumbre.
Unas cuadras más adelante, busqué tráfico pesado y vehículos grandes, con la fortuna e infortunio, de encontrarme al lado de un bus azul del SITP bogotano que sin ninguna consideración de avalanzó sobre mi cuando quiso cambiar de carril.
Es de resaltar que en el tráfico pesado, el Twizy tiene la ventaja de acelerar rápidamente en caso de querer alcanzar un espacio disponible.
Y la mejor de todas las ventajas: No tiene pico y placa. Usted se movilizará libremente todos los días por las calles de cualquier ciudad colombiana.
Llama la atención la configuración de la garantía, pues está dividida en dos partes: motor y batería por un lado y carrocería por el otro. No deja de ser inquietante que la garantía de la carrocería sea inferior en tiempo.