Cuando hay necesidad de portar equipaje que desborda la capacidad de alojamiento del carro, es necesario acudir al techo como medio para el transporte.
Unos de los dispositivos más usados para este fin son los maleteros de techo, que pueden ser flexibles (tela) o rígidos (termoformados).
Los flexibles ofrecen bajo peso y practicidad cuando no se usan, porque pueden doblarse, pero los rígidos garantizan mayor protección y gran encarte en reposo.
Pero su elección no es tan sencilla pues se han desarrollado varios tipos de anclajes.
Además, hay que tener en cuenta aspectos de seguridad y normativa, así como la influencia en la conducción del peso extra ‘allá arriba’.
Tipos de anclaje
Según las normas DIN 75302 e ISO/PAS 11154, los dispositivos que se instalan sobre el techo o capota del automóvil pueden clasificarse en tres categorías.
Estas son: barras de techo, baúles o maleteros de techo y dispositivos de carga especializados como portabicicletas y portaesquís, entre otros.
Las barras de techo deben ser homologadas por el fabricante del vehículo y del maletero. Estas se anclan según el tipo de rieles que el automotor equipe de fábrica.
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